El turismo en las Comunas de Calama y San Pedro de Atacama –en Antofagasta-, se ha convertido en un enorme polo de atracción ubicándose entre los más importantes de nuestro país y del cono sur de Latinoamérica, lo que genera un polo de demanda de productos agropecuarios del patrimonio alimentario de las comunidades vecinas o aledañas a este territorio. En ese sentido, la cocina, el turismo y la agricultura constituyen un trinomio virtuoso capaz de integrar a las comunidades, beneficiándolas de la creciente demanda de productos turísticos y su gastronomía, desde la identidad, diseñados de manera colaborativa con base en la cultura local, con una agricultura además responsable con el medio ambiente y sustentable.

Las Rutas Gastronómicas, en este contexto, constituyen una estrategia de desarrollo e intercambio, que desde la identidad y el uso responsable del agua y manejo de los suelos, podrían desencadenar iniciativas para el crecimiento económico sostenible de estas comunidades.

En las instalaciones del CID, se realizó este primer encuentro, en el que se reflexionó sobre el impacto que generan en todo el proceso productivo la reducción de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas a consecuencia del cambio climático.

El Encuentro se realizó en dos días con actividades distintas y complementarias.
La primera jornada se desarrollaron dos talleres. Uno a cargo de Antonia Barreau, Agrónoma a cargo de una actividad experiencial que invitó a la sensibilización de los sentidos. El segundo taller, a cargo del también agrónomo, Sebastián Acosta, quien guió la conversación para reflexionar respecto de lo que tenemos cómo territorio andino y qué nos falta, para articular una oferta que permita poner en valor los productos y vivencias comunitarias.

El segundo día, se realizó un recorrido por las terrazas de cultivo de la comunidad de Caspana. Su presidente, Germán González, lideró el guiado interpretativo y explicó en terreno los desafíos y bondades de la comunidad.